MÁS RECIENTE

Asombrada por vivir sólo una historia, decidí probarlas todas, una a una. También escribo y dibujo.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Danza oriental y Wallada la Omeya


No tenía muy claro qué escribir para acompañar esta acuarela, que pinté hace ya un tiempo y me apetecía rescatar. Tengo por alguna parte un libro de poesía árabe de donde podría haber sacado unos versos pero, como no lo tengo a mano, recurrí a internet. Y encontré a Wallada la Omeya, una poetisa del siglo XI, hija de una esclava y un califa que murió asesinado. Al heredar la fortuna de su padre, abrió un salón literario en su palacio y compitió en certámenes de poesía con poetas varones, y encima llevando la cara descubierta. Tanto el rostro de Wallada como su poesía adquirieron fama rápidamente, y fue considerada una especie de mujer fatal de la época.  Acostumbrada al mando desde la cuna y a vivir libremente, hermosa, inteligente y con mucho caracter, ha pasado a la historia también por sus amores con otro poeta, Ben Zaydum, que al parecer la traicionó con otra persona (hay quien piensa que un hombre, otros que una esclava que Wallada había tomado bajo su protección y educado) y por la venganza de Wallada.

Sin embargo, quería dejaros con la imagen de una mujer caminando por las calles de la Córdoba del siglo XI, con la cabeza descubierta y estos versos bordados en oro en el vestido:

"Por Alá, que merezco cualquier grandeza
 y sigo con orgullo mi camino.
Doy gustosa a mi amante mi mejilla 
y doy mis besos para quien los quiera."

2 comentarios :